jueves, 30 de diciembre de 2010

A veces uno elige algo, decide y está seguro de lo que quiere, pero luego no se que pasa y ... uno se olvida que lo quiso así, que uno mismo lo eligió así. Hace poco y por casualidad vi una película que me dejó un sentimiento raro, en realidad me pasa seguido tener sentimientos encontrados hacia una misma cosa o persona o ... lo que sea, como cuando te sientes triste al escuchar una canción pero no puedes dejar de escucharla, algo asi creo yo.
No se muy bien que decir al respecto, me es un poco complicado mostrar mis sentimientos, mis pensamientos y mi corazón, sobre todo ahora, antes no lo era tanto, pero ahora me es dificil y a veces no le veo caso. No me molesta eso ni me hace sentir mal, creo que es parte de crecer, aunque si me inquieta un poco el no poder expresarle mis verdaderos sentimientos a la persona que mas quiero, pero creo que él lo entiende o lo sabe, eso espero. Estaba en que no sabía que mas decir al respecto, por la razón que ya di, el punto creo es que me quedé pensando en que he madurado en algunos aspectos pero en otros me siento casi igual que como cuando todo inició.
Hay personas que pueden dividir tu vida en un antes y un después de conocerlas, mi persona es tan especial porque con ella trajo todo un mundo nuevo y tocó cada detalle de mi vida, casa sentimiento, cada reacción ahora está relacionada a esa persona ... pero, le temo.

miércoles, 20 de octubre de 2010

Me gusta escuchar...

el viento entre las hojas de los árboles.
el crujir de las hojas secas cuando las pisas.
el sonido del teclado de la computadora cuando escribes rápido.
la risa descontrolada de mi novio.
su voz cuando me dice que me ama.
la cuerda de la guitarra al cambiar de acorde.
un gato ronronear.
mis tacones al caminar.

...estoy mejor...

jueves, 7 de octubre de 2010

Dios, que me pasa???!!!

Siento que algo me quema, de pronto y aparentemente de la nada llega, inicia como una pequeña chispa dentro de mí. Trato de detenerla, en verdad lo intento, no quiero sentirlo pero siento que es más fuerte que mis deseos, he llegado a pensar que no puedo detenerlo porque en realidad deseo que siga.

Ya no sentía incertidumbre, no había dudas. Había llegado a un punto el cual llamaba “sin retorno”, sabía lo que quería y como conseguirlo, solo era cuestión de tiempo, tiempo nada más. No contaba que con el tiempo vienen muchas más cosas, algo tenía que cambiar, algo tenía que pasar. Me aterra encontrarme con algo desconocido, algo que no puedo manejar, algo que se apodera de mis pensamientos y que antes de dormir me hace plantearme ese “que tal si?”

Solo puedo cerrar los ojos, dar un suspiro profundo, como deseando que ese aire entre en mi tan profundamente que al exhalarlo se lleve juntamente esos pensamientos, esos sentimientos, esas chispas que quedan cuando logro extinguir el fuego.

Siento que quiero perderme por unos momentos al menos. Un tiempo que no exista todo ello. Necesito despertar con la luz entrando por la ventana, con el pequeño trinar de un ave. Levantarme y poder sentir el aire tan fresco y mirar el cielo tan claro. Pasar el día aclarando estos pensamientos y tal vez hablarlo, hablarlo tanto que pueda salir de mí. Mirar un poco las estrellas por la noche, Dios! Hace tanto que no las miro, hace tanto que alguien no me señala una. Dormir ya bien entrada la noche y que todo esté en silencio, todo esté oscuro. Quiero reírme como antes, quiero reírme tanto con alguien hasta quedarme sin aliento.

Solo... no sé qué me pasa, pero quiero deshacerme de eso.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Varias veces he salido huyendo, literalmente. Correr sin alguna dirección, pero haciéndolo tan rápido y desesperadamente como si la tuviera. En el camino siempre encuentro donde refugiarme por el momento, pero no encuentro lo que en realidad busco al salir huyendo.
Cuando era chica, mis vecinos, unos maleantes, tenían un pequeño gatito en su casa, todos los días yo veía como maltrataban al animalito, lo amarraban, lo golpeaban, lo lastimaban. Un día vi desde la ventana de mi cuarto como el gato brincaba la barda y se pasaba a mi casa, se escondió bajo las escaleras, con mucho cuidado fui por él, me costó trabajo agarrarlo, cada que yo intentaba tomarlo él se arrinconaba más y más, finalmente pude hacerlo y lo metí a mi cuarto, estuve acariciándolo y hablándole por un buen rato, se quedó dormido en mis piernas.
Al día siguiente los vecinos me vieron con el gato en los brazos he intentaron quitármelo a la fuerza, yo solo podía empujarlos. Finalmente uno de ellos dijo “ya déjenle a ese mugre animal”. Todo el tiempo tuve abrazado al gatito contra mi pecho, para mí era valioso y no iba a permitir que me lo quitaran.
Cuando pienso en las veces he salido huyéndo me veo a mi misma como aquel gatito, me doy cuenta que encontré donde esconderme, pero solo eso. Sigo en un rincón bajo la escalera.

jueves, 28 de enero de 2010

HOY MURIÓ J.D. SALINGER

Casi todos tenemos a alguien que muy a pesar de que no lo conocemos en persona, nunca tuvimos contacto con él y ni sabe que existimos, esta persona influye y trastorna nuestro mundo más aun que cualquier persona que veamos a diario.

Durante mi estancia en la preparatoria tuve la fortuna de encontrarme en una escuela con una biblioteca que no me dejo con nada más que desear de ella. Me refugiaba en ella, crecí en ella y en algunos casos me atrevo a decir que aprendí mucho mas en ella que en cualquier salón de clases en la época. Ahí encontré me estilo y me hice de mis obras favoritas hasta la fecha, Damian de Herman Hesse, Crónicas Marcianas de Ray Bradbury, El profeta de Gibrán Khalil y la que me inspira a escribir esto, El Guardián entre el Centeno de JD Salinger.

Hay otras, por supuesto, pero estas enmarcaron una época en mi vida, sobre todo la última. La leí a los 16 años, el protagonista tenía la misma edad así que fue fácil identificarme con él.

No sé si alguien en verdad “siga” este blog, dudo que mas de 3 personas lo vean, pero si alguien lo ve, tal vez de casualidad, puedo decirle que recomiendo ampliamente ese libro, tenga la edad que tenga. A mi parecer ningún otro capta la esencia de la adolescencia como el guardián entre el centeno, dudo en verdad que alguien no pueda identificarse con Holden Caulfield, en ese sentimiento de soledad, tal vez inventado, con el temor a la madurez, con la añoranza de la niñez, o con lo que yo describo como lo peor que le puede pasar a una persona y que Holden enfatizó en una frase: “es que, no sé lo que quiero”.

JD Salinger fue un escritor apasionado por su arte, el cual admiro porque no escribía por fama o reconocimiento, sino que era de esas personas que solo intenta sacar de sí lo más puro y esencial de su alma humana y transmitirlo.

Su obra cautivó mi imaginación en la adolescencia, aun lo hace. Aun yo me encuentro cavilando de vez en vez sobre el actual mundo desolador e insustancial de los adultos, viendo a los niños como redentores del presente y futuro.

Por último quisiera recordar a JD Salinger y su obra con esta canción... me gustaria que tu, tu que lees esto, explicaras el por que.