Casi todos tenemos a alguien que muy a pesar de que no lo conocemos en persona, nunca tuvimos contacto con él y ni sabe que existimos, esta persona influye y trastorna nuestro mundo más aun que cualquier persona que veamos a diario.
Durante mi estancia en la preparatoria tuve la fortuna de encontrarme en una escuela con una biblioteca que no me dejo con nada más que desear de ella. Me refugiaba en ella, crecí en ella y en algunos casos me atrevo a decir que aprendí mucho mas en ella que en cualquier salón de clases en la época. Ahí encontré me estilo y me hice de mis obras favoritas hasta la fecha, Damian de Herman Hesse, Crónicas Marcianas de Ray Bradbury, El profeta de Gibrán Khalil y la que me inspira a escribir esto, El Guardián entre el Centeno de JD Salinger.
Hay otras, por supuesto, pero estas enmarcaron una época en mi vida, sobre todo la última. La leí a los 16 años, el protagonista tenía la misma edad así que fue fácil identificarme con él.
No sé si alguien en verdad “siga” este blog, dudo que mas de 3 personas lo vean, pero si alguien lo ve, tal vez de casualidad, puedo decirle que recomiendo ampliamente ese libro, tenga la edad que tenga. A mi parecer ningún otro capta la esencia de la adolescencia como el guardián entre el centeno, dudo en verdad que alguien no pueda identificarse con Holden Caulfield, en ese sentimiento de soledad, tal vez inventado, con el temor a la madurez, con la añoranza de la niñez, o con lo que yo describo como lo peor que le puede pasar a una persona y que Holden enfatizó en una frase: “es que, no sé lo que quiero”.
JD Salinger fue un escritor apasionado por su arte, el cual admiro porque no escribía por fama o reconocimiento, sino que era de esas personas que solo intenta sacar de sí lo más puro y esencial de su alma humana y transmitirlo.
Su obra cautivó mi imaginación en la adolescencia, aun lo hace. Aun yo me encuentro cavilando de vez en vez sobre el actual mundo desolador e insustancial de los adultos, viendo a los niños como redentores del presente y futuro.
Por último quisiera recordar a JD Salinger y su obra con esta canción... me gustaria que tu, tu que lees esto, explicaras el por que.
Yo, que leo esto, poco pueda quiza acercarme al 'porque' recordaste ESE libro con ESA canción, pues no he leido el libro, aunque debo decir que no sabia que como yo, hubieras leido y gustado de libros como el de Cronicas Marcianas.
ResponderEliminarAsi que lo que voy a decir quiza este totalemnte lejos de la realidad, pero aun asi lo intentare. Ciertamente, la cancion esta impregnada de melancolia. La melancolia, es un sentimiento extraño: no se sabe si causa mas daño que placer. A veces la confundimos con la nostalgia, o tal vez vayan revueltas.
No se mucho de tu infancia, pero si no me equivoco creciste siempre en el mismo lugar, esa ciudad enorme con sus enormes cosas caracteristicas, su lado luminoso y su lado oscuro.
En el video los niños forman figuras, y el hombre lo ve desde lo alto del edificio. Ese edificio es como la vida, ahora se encuentra arriba porque ya crecio, pero puede echar un vistazo al pasado como el hombre echa un vistazo a la calle, abajo. El ambiente no dice menos: un atardecer, la hora quiza mas propensa a ponerse melacolico o nostalgico (al menos desde mi experiencia asi ha resultado), la hora en que estamos mas vulnerables. Allá se ven las casas, alineadas unas tras otras, recordandonos que la vida es igual para muchos de nosotros, que aunque cambie de color una parfed, una evntana o un arbol, siempre es lo mismo. Los arboles se han secado hasta sus ramas. Una plancha de concreto gris, gris como el inicerto futuro. Mad World, lit. "mundo enojado", "molesto" o "incomodo". Asi nos sentimos los que nos toco esta vivir esta generacion, la generacion del cambio. Los niños que crecimos protegidos por los padres en un mundo tradicional que cambio demasiado rapido y ahora...
Por eso a pesar de este mundo gris y sus demonios, y de que en cierta medida guardamos esperanzas y proyectos para el futuro, a veces nos asomamos desde la azotea de nuestra vida, y miramos a los niños corriendo en los patios, en las calles, formando figuras y decimos: en algun tiempo asi yo tambien fui feliz, y aprendi mucho...
De alguna manera, el adolescente aun es un niño....un nilño que esta dejando de serlo.
ResponderEliminar¿De verdad lo esta?.
en verdad deberias leer el libro
ResponderEliminarprestamelo porque ando pobre
ResponderEliminarbien. no es lo mismo pero te lo paso electrónico. luego que te vea en el messenger
ResponderEliminarno pues q ese cuate se muere todos los dias??
ResponderEliminarsiempre q entro leo que hoy se murio....
escribe algo nuevo jujuju