jueves, 28 de enero de 2010

HOY MURIÓ J.D. SALINGER

Casi todos tenemos a alguien que muy a pesar de que no lo conocemos en persona, nunca tuvimos contacto con él y ni sabe que existimos, esta persona influye y trastorna nuestro mundo más aun que cualquier persona que veamos a diario.

Durante mi estancia en la preparatoria tuve la fortuna de encontrarme en una escuela con una biblioteca que no me dejo con nada más que desear de ella. Me refugiaba en ella, crecí en ella y en algunos casos me atrevo a decir que aprendí mucho mas en ella que en cualquier salón de clases en la época. Ahí encontré me estilo y me hice de mis obras favoritas hasta la fecha, Damian de Herman Hesse, Crónicas Marcianas de Ray Bradbury, El profeta de Gibrán Khalil y la que me inspira a escribir esto, El Guardián entre el Centeno de JD Salinger.

Hay otras, por supuesto, pero estas enmarcaron una época en mi vida, sobre todo la última. La leí a los 16 años, el protagonista tenía la misma edad así que fue fácil identificarme con él.

No sé si alguien en verdad “siga” este blog, dudo que mas de 3 personas lo vean, pero si alguien lo ve, tal vez de casualidad, puedo decirle que recomiendo ampliamente ese libro, tenga la edad que tenga. A mi parecer ningún otro capta la esencia de la adolescencia como el guardián entre el centeno, dudo en verdad que alguien no pueda identificarse con Holden Caulfield, en ese sentimiento de soledad, tal vez inventado, con el temor a la madurez, con la añoranza de la niñez, o con lo que yo describo como lo peor que le puede pasar a una persona y que Holden enfatizó en una frase: “es que, no sé lo que quiero”.

JD Salinger fue un escritor apasionado por su arte, el cual admiro porque no escribía por fama o reconocimiento, sino que era de esas personas que solo intenta sacar de sí lo más puro y esencial de su alma humana y transmitirlo.

Su obra cautivó mi imaginación en la adolescencia, aun lo hace. Aun yo me encuentro cavilando de vez en vez sobre el actual mundo desolador e insustancial de los adultos, viendo a los niños como redentores del presente y futuro.

Por último quisiera recordar a JD Salinger y su obra con esta canción... me gustaria que tu, tu que lees esto, explicaras el por que.